El examen ocupacional con énfasis osteomuscular es una evaluación médica especializada que analiza cómo las exigencias del trabajo pueden afectar los músculos, articulaciones y huesos de una persona.
Su objetivo principal es detectar alteraciones tempranas del sistema músculo-esquelético y determinar si el trabajador está en condiciones de desempeñar su cargo sin riesgo para su salud ni para la de terceros.
Durante la valoración, el médico ocupacional revisa con detalle el estado funcional del sistema osteomuscular:
Postura corporal, fuerza, movilidad y coordinación.
Tono, simetría y trofismo muscular.
Columna vertebral, extremidades, articulaciones y reflejos.
Este análisis permite identificar signos de sobrecarga, lesiones previas o limitaciones que puedan agravarse con las tareas del oficio.
El examen también tiene en cuenta las condiciones reales del puesto de trabajo, como posturas prolongadas, movimientos repetitivos o manipulación de cargas, para emitir un concepto de aptitud laboral ajustado al riesgo.
Finalidad del examen
El examen osteomuscular puede requerirse en cualquiera de las etapas de la vida laboral:
Ingreso o pre-ocupacional: antes de vincularse, para confirmar la aptitud física.
Periódico: para controlar el impacto del trabajo sobre la salud músculo-esquelética.
De reubicación o seguimiento: cuando el trabajador ha presentado síntomas o limitaciones.
De egreso: al finalizar la relación laboral, para dejar constancia del estado osteomuscular.
Beneficios para empresas y trabajadores
Para la empresa:
Cumple las exigencias del Sistema de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST).
Disminuye incapacidades y ausentismo.
Facilita decisiones de reubicación, prevención y bienestar.
Para el trabajador:
Recibe orientación médica sobre posturas, pausas y autocuidado.
Detecta de forma temprana problemas musculares, articulares o de columna.
Favorece una relación laboral más segura y saludable.
Enfermedades que pueden prevenirse con el énfasis osteomuscular
El examen ocupacional con énfasis osteomuscular permite identificar y prevenir diversas enfermedades del sistema músculo-esquelético que se desarrollan lentamente por posturas inadecuadas, movimientos repetitivos o esfuerzos físicos prolongados. Entre las más frecuentes se encuentran:
Lumbalgia ocupacional, causada por sobrecarga o mala ergonomía al levantar peso.
Tendinitis y tenosinovitis, derivadas del uso repetitivo de las manos y brazos, comunes en oficios administrativos, digitadores o trabajadores industriales.
Síndrome del túnel carpiano, asociado a movimientos repetitivos de muñeca o vibración de herramientas.
Epicondilitis lateral o “codo del tenista”, frecuente en tareas que implican esfuerzo repetido de antebrazo.
Cervicalgias y dorsalgias crónicas, originadas por posturas mantenidas frente al computador o manipulación de carga.
Lesiones de rodilla y hombro, comunes en operarios, conductores o personal de carga.
Detectar estas condiciones a tiempo mediante la evaluación médica y el análisis del puesto de trabajo permite establecer planes de prevención, pausas activas y recomendaciones ergonómicas personalizadas, evitando incapacidades prolongadas y favoreciendo la productividad.
¿Todos los exámenes ocupacionales deben tener énfasis osteomuscular?
No todos los exámenes ocupacionales requieren un énfasis osteomuscular. Su aplicación depende del tipo de actividad que realiza el trabajador, el nivel de riesgo del cargo, la exposición a carga física y las condiciones ergonómicas del entorno laboral. Por ejemplo, en un cargo administrativo de bajo riesgo, donde las tareas son mayormente digitales y estáticas, puede ser suficiente una evaluación médica ocupacional general. En cambio, en oficios donde existe manipulación de cargas, esfuerzo físico repetitivo o posturas mantenidas, el énfasis osteomuscular se vuelve necesario y clínicamente recomendable, ya que permite identificar alteraciones funcionales que podrían desencadenar lesiones crónicas.
Es importante aclarar que el examen con énfasis no sustituye la historia clínica general, sino que la complementa. El médico ocupacional analiza el sistema músculo-esquelético con mayor profundidad para detectar restricciones en movilidad, signos tempranos de tendinopatías, debilidad muscular, dolor irradiado, o limitaciones articulares que podrían interferir con las tareas del cargo. Gracias a esto, las empresas pueden tomar decisiones más seguras al contratar, reubicar o intervenir riesgos laborales, evitando incapacidades prolongadas, lesiones acumulativas y costos asociados al ausentismo. En resumen, el énfasis osteomuscular debe solicitarse cuando el cargo lo amerite, no de manera automática, pero sí como un mecanismo preventivo estratégico para proteger la salud del trabajador y la continuidad productiva de la empresa.
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